Padres de las víctimas del fallido operativo de 2008 y autoridades transforman la discoteca donde murieron 12 personas en un centro cultural
CIUDAD DE MÉXICO — Los familiares de las 12 personas que murieron en el fallido operativo policiaco en la discoteca News Divine de la Ciudad de México pronto tendrán un memorial, que representa un paso en su búsqueda de justicia, a más de seis años de la tragedia.
La avenida Eduardo Molina, esquina con calle 312, en la Colonia Nueva Atzacoalco —norte de la capital mexicana— se apresta a albergar un memorial, cuya construcción se prevé que finalice en unos días, que transmita a los visitantes en qué consistió la tragedia del 20 de junio de 2008 que acabó con la vida de nueve jóvenes y tres policías, y que además ofrezca a la comunidad alternativas culturales que contribuyan a evitar que se repitan sucesos como éste.
Su lema es “Nunca más”.
“Ese edificio es para que no se les olvide que ahí murieron muchos niños que eran estudiantes”, dijo a CNNMéxico Claudia Martínez, madre de Jennifer Jiménez Martínez —quien quedó con parálisis cerebral tras los hechos de hace seis años, cuando ella tenía 16.
Familiares de las víctimas participaron en el diseño del memorial —algo inédito en este tipo de construcciones en México— que pretende reivindicar la dignidad y buena imagen de los jóvenes víctimas de la intervención policiaca, pero advierten que el edificio por sí solo no satisface su demanda de justicia y reparación del daño.
"(El memorial) nos permite crear una obra de infraestructura para la ciudad y la comunidad, que nos permita atacar las causas de raíz que dieron pie a la tragedia para que no vuelvan a ocurrir (...) Nos interesa el edificio, pero nos interesa mucho más la institución que va a estar a cargo de él, de sus actividades, y de la gente que va a estar acudiendo aquí", abundó el arquitecto Sergio Beltrán —codiseñador del memorial—, al realizar un recorrido por la obra.
Dignificar a las víctimas
Claudia Martínez indicó que uno de los objetivos del memorial es “limpiar” la honra de las víctimas, a quienes se criminalizó con una redada diseñada para delincuentes y no para adolescentes. “No se merecían eso”, señaló en entrevista.
De las 12 personas fallecidas —entre los que hubo cuatro menores de edad y dos de 18 años—, nueve murieron por asfixia y tres por traumatismos derivados de la aglomeración de personas en la entrada del establecimiento.
Cientos de jóvenes intentaban salir del lugar, pero la policía mantuvo cerrada la puerta para evitar que abandonaran el lugar; los agentes pretendían consignarlos ante la autoridad pero no contaban con los suficientes camiones para transportarlos a todos a la vez, por lo que decidieron retenerlos dentro de la discoteca.
La operación —efectuada aproximadamente a las 18:00 horas— se generó a partir de una queja vecinal por venta de alcohol y drogas —los estudios revelaron que en ninguno de los jóvenes fallecidos había rastros de drogas.
El lugar al que adolescentes y jóvenes acudían a bailar y a escuchar música —las autoridades indicaron en su momento que también se vendía alcohol a menores de edad— seguirá siendo punto de encuentro, pero ahora a través de exposiciones artísticas y conciertos, muestras de cine, derechos humanos, desarrollo social y cultura de la paz, talleres y seminarios.
Una parte fundamental de esta oferta serán exhibiciones que harán referencia a la tragedia.
Resurgir de los 'escombros'
La idea de recuperar el espacio de la discoteca —que estaba ubicada en una colonia popular y era frecuentada por jóvenes de escasos recursos— comenzó a gestarse poco después de la tragedia. El 7 de julio, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) expropió el terreno a favor del Instituto de la Juventud local (Injuve), el cual gestionará el memorial presupuestal y administrativamente.
Al inicio, las autoridades capitalinas fracasaron en su intento por acordar con los familiares de las víctimas el diseño del nuevo espacio, debido a que intentaron imponer proyectos.
Sin embrago, en abril de 2013, el GDF y las víctimas, apoyadas por asociaciones civiles con experiencia de trabajo en esa zona de la ciudad, pactaron la construcción del memorial, con lo que inició el desmantelamiento “pieza por pieza” de la antigua discoteca.
No se trata de una demolición, pues los muros del memorial están hechos con las mismas paredes de lo que fue el News Divine; incluso se colocarán seis grafitis que estaban en el inmueble y fueron “reinterpretados” por restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): cuatro en la fachada y dos en el interior.
“Fueron las paredes que vieron por última vez a nuestros hijos vivos, por eso quisimos que se hiciera de esa forma”, comentó la señora Carmen Rivas, madre de Leonardo Amador Rivas, otro de los jóvenes que fallecieron en los hechos.
Tomó dos meses “cortar en cachitos” el edificio, detalló el arquitecto Beltrán, quien destaca que la puerta del News Divine, clave en la tragedia, es la misma que los visitantes deberán utilizar para acceder al memorial.
Se tiene previsto que el memorial esté listo a finales de noviembre, tras 18 meses de trabajos, y se inaugure entre enero y febrero de 2015, cuando ya se cuente con presupuesto para operarlo.
'Nunca más'
Padres de las víctimas del News Divine consultados por CNNMéxico advirtieron que este memorial no satisface sus demandas de justicia, por lo que consideran llevar el caso legal ante instancias internacionales.
Antes de acudir a los órganos de justicia fuera de México, se deben agotar los recursos internos del país, por lo cual tienen que esperar a que se resuelva un amparo y un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aún pendientes.
Los familiares coinciden en que “ni un memorial de 10,000 millones de dólares ni 10,000 edificios” les devolverá a sus seres queridos, pero es una oportunidad para exhibir a los responsables de la tragedia.
“Me gustaría mucho que la gente que lesionó a mis hijas, que dio la orden, que llegó a golpear, a cerrar puertas, a lastimar a los niños, que apagó el ventilador, que aventó gas lacrimógeno... que pagaran los que realmente fueron”, dice Claudia Martínez, madre de Jennifer Jiménez Martínez y Jessica Jiménez, quien también sobrevivió al operativo.
A futuro, se espera que el memorial ayude a tener celebraciones más amenas, que levanten el ánimo... “más padres”, como dice la señora Martínez.
“Que donde hubo llanto, lágrimas, muerte, que a lo mejor haya un poco de alegría para los jóvenes”, añade.
Un memorial debe convertirse en un espacio que sane las razones por las cuales se dio esa tragedia, explicó el arquitecto Beltrán, quien alerta que la juventud capitalina no está exenta de vivir otra tragedia parecida.
“Hoy puede pasar un News Divine. Las condiciones sociales, económicas, de marginación cultural, educativa, todavía existen. El memorial se avoca a tocar las causas de raíz y ofrecer una alternativa para evitar que vuelva a suceder”, confió.
Fuente: CNNMéxico
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