Los activistas de los partidos se organizaron para ver el discurso que el presidente Barack Obama daría respecto a la inmigración y se suponía que el asunto sería algo festivo.
Pero Felipe Diosdado dijo que no estaba muy contento el jueves en la
noche, aunque el nuevo plan de Obama le dará la oportunidad de evitar la
deportación y encontrar un mejor trabajo.
"La gente está llorando", en una entrevista vía telefónica desde Chicago. "No puedo celebrar
esto, porque mucha gente ha sido excluida".
La Casa Blanca calcula que cerca de 5 millones de personas se
beneficiarán con este nuevo plan de acción ejecutiva de Obama. Pero eso
es menos de la mitad de los más de 11 millones de inmigrantes
indocumentados en el país, dijo Diosdado.
Antes del tan esperado discurso del jueves por la noche, las
reacciones ya eran variadas, incluso entre los millones de personas que
se verían directamente afectadas por este anuncio.
El plan del presidente de eludir el Congreso es una medida polémica
que ha irritado a los líderes republicanos que dicen que Obama está
sobrepasando sus límites constitucionales. También ha sido objeto de
críticas por parte de quienes quieren una revisión más amplia y ha
suscitado una rápida oposición entre los críticos que lo consideran una
amnistía injusta que recompensa a los infractores de la ley.
Luego del discurso, la confusión relacionada con lo que podría
suceder después no parecía haber disminuido. Las ovaciones estallaron en
una concentración afuera de la Casa Blanca. Algunas personas se veían
anonadadas; otras, rebosaban de alegría.
"Quiero llorar de alegría", dijo Maya Ledezma, una madre de 32 años
de edad y originaria de México que vio el discurso en una reunión en
Maryland.
Debido a que su hija de 6 años de edad es ciudadana estadounidense y
ha estado en los Estados Unidos por más de cinco años, Ledezma se
encuentra entre los millones de personas que Obama dijo, podrían salir
de las sombras si se someten a una verificación de antecedentes y pagan
los impuestos atrasados.
Después de años de vivir con el constante temor de ser deportada,
ella dijo que el anuncio de Obama le dio la esperanza de que podrá ver
crecer y triunfar a su hija.
"Este es un gran alivio", dijo, "una victoria, un obstáculo que hemos superado".
En otra reunión que se llevó a cabo en Washington para ver el
discurso, José Luis Zelaya dijo que su cabeza le daba vueltas. Durante
años, el inmigrante hondureño ha estado al frente del activismo de
inmigración en Estados Unidos, presionando para que se lleven a cabo las
reformas en Washington mientras continúa sus estudios de posgrado en la
Universidad de Texas A&M;, donde también se postuló para presidente
del cuerpo estudiantil.
En 2012, él estaba eufórico después de calificar para el programa de
Obama que detuvo la deportación de los llamados "Dreamers" (Soñadores),
los inmigrantes indocumentados jóvenes que fueron traídos a los Estados
Unidos cuando eran niños.
"Ahora, quizá pueda trabajar sin tener el miedo de que alguien me
pueda deportar", le dijo a CNN en ese entonces. "Ya no existe el miedo".
El jueves esperaba poder llamar a su madre y darle la misma buena noticia.
Pero los padres de los "Dreamers" no estaban incluidos en las nuevas normas que Obama esbozó.
"Me duele la cabeza, porque mi madre no se beneficia de esto. Y yo
soy lo que soy, gracias a mi madre. Y todo lo que hago es por ella",
dijo Zelaya.
"Acabo de hablar por teléfono con ella y esos cinco minutos se
sintieron tan largos. Pero ella me dijo: 'Tenemos que seguir luchando'".
'Esto es lo que estábamos esperando'
Al principio, Mario no lo creía. Antes del discurso de Obama, le dijo
a CNN que estaba tratando de no albergar demasiadas esperanzas.
"Han discutido esto durante años", dijo. "Ya no lo tomo muy en serio.
Mi esposa está feliz por esto. Pero siempre somos realistas".
El jueves por la noche, el inmigrante indocumentado de 48 años, quien
solicitó que se usara solo su nombre de pila, dijo que había escuchado
el discurso con su familia en su casa al sur de Georgia.
"Me siento bien, un poco emocionado, no solo por mí, sino por muchos otros", dijo. "Es lo que estábamos esperando".
Después de salir de su hogar en México, en busca de mejores
oportunidades laborales, Mario ha estado viviendo en los Estados Unidos
desde hace 14 años. Las encontró y ha trabajado en granjas al sur de
Georgia, cosechando cebollas y empacando paja de pino durante más de una
década.
Su hija de 9 años, la más joven de sus 3 hijos, es ciudadana
estadounidense, y eso les permite que sean elegibles bajo las nuevas
medidas.
Y tienen pensado hablar con un abogado de inmigración y hacer la
solicitud para poder utilizar el plan de Obama lo más pronto posible.
Sin embargo, dijo, ellos saben que todo podría cambiar en un abrir y cerrar de ojos con un futuro presidente.
"Nada es imposible. Más tarde ellos podrían cambiar sus políticas y
deportarnos más fácilmente, o algo por el estilo. Es difícil porque no
sabemos cuáles son las ideas que otros tendrán", dijo.
Su hija Celeste, de 18 años, es parte del más de medio millón de
"Dreamers" que recibieron la acción diferida bajo el decreto de Obama en
2012.
Pero si no existe un alivio para sus padres, según le dijo a CNN el
año pasado, sería "como si estuviéramos afuera en el frío y que yo
tuviera la única manta en la familia".
Luego del discurso del jueves, dijo que esperaba que las cosas pronto cambiaran radicalmente.
"Ya nunca más existirá el temor de que nos separen, y eso es de lo que más nos queremos librar", dijo.
Pero ella aún sigue esperando.
"No voy a ser realmente feliz hasta que esto se haga realidad", dijo. "Una cosa es escucharlo y otra cosa es en realidad verlo".
El grupo de los 'Dreamers' crece
Para uno de los inmigrantes indocumentados más conocidos de Estados
Unidos, el anuncio de Obama fue la buena noticia que había estado
esperando escuchar durante décadas.
José Antonio Vargas se convirtió en un defensor franco que presionaba
para que se hiciera una reforma a las leyes de inmigración del país en
2011, cuando reveló que era indocumentado en una columna para The New
York Times Magazine.
Debido al límite de edad del plan de acción diferida de Obama de
2012, Vargas no calificaba. Pero el jueves, Obama anunció que estaba
retirando el límite de edad. Después del discurso, Vargas dijo que
estaba emocionado.
Ahora, él dice que finalmente podrá obtener el permiso para volver a
las Filipinas y visitar a su madre después de 21 años de estar
separados.
"Es una de esas cosas en las que he estado pensando todo el día y
realmente no he logrado asimilar","He
estado aquí desde que tenía 12 años de edad (hace 21 años). Para
alguien solo decir, está bien, ahora sí está bien. Puedes obtener un
permiso de trabajo. Puedes obtener una licencia para conducir. Puedes
viajar fuera del país. ...Es una gran noche".
Fuente: CNNMéxico
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