Jo Jin-hye, quien escapó de Corea del Norte, quería ver The Interview.
La comedia satiriza al líder norcoreano Kim Jong Un, cuya dinastía
odia. Su padre murió en custodia de fuerzas de seguridad norcoreanas,
quienes lo ataron de la cintura en una posición de tortura durante 10
días sin comida. Su hermano menor murió de hambre y su hermana mayor
está desaparecida.
Jo escapó de Corea del Norte con su madre y hermana, y se le concedió
asilo en Estados Unidos en 2008, donde ahora viven en un suburbio
tranquilo.
Cuando le dijeron que The Interview no se exhibiría en
cines, Jo preguntó, “¿tenemos tanto miedo? Es algo vergonzoso. Creía que
Estados Unidos era fuerte. Si Corea del Norte es tan aterrador, creo
que eso habla por sí solo”.
Dijo que si Corea del Norte hackeó Estados Unidos, “por supuesto, las personas tienen que hackear Corea del Norte”.
Sátira y Corea del Norte
No hay nada como cancelar una sátira para molestar a una nación. Desde celebridades a políticos, casi todos con una cuenta en redes sociales han hablado sobre la decisión de Sony Pictures de retirar The Interview de los cines estadounidenses. Los críticos dicen que es ceder a los hackers e imponer silencio a la libertad de expresión.
Se espera que el gobierno estadounidense culpe públicamente a Corea del Norte este viernes, y fuentes dicen que la administración de Obama descifra cómo responder a los hackeos, a través de sanciones o de otros medios.
"En estos momentos las personas están molestas en Estados Unidos, las
personas están molestas con Sony”, dijo Alex Gladstein, director de
asuntos internacionales en la Fundación Human Rights. “No es la mejor
película de todos los tiempos, pero ni siquiera pueden ir a verla”.
Dijo que le gustaría aprovechar el interés sobre la película y Corea del Norte para “hacer que las personas hackeen a Corea del Norte en una forma educativa, analizar lo que hacemos, algunos de los grupos de norcoreanos que escaparon, que hackean con propósitos educativos. Si podemos hackear a Corea del Norte, sería bastante poderoso”.
Gladstein no se refiere a hackear en el sentido de exponer correos electrónicos o utilizar las tácticas de los hackers de Sony, que se hacen llamar los Guardianes de la Paz.
Es una especie de hackeo “para desorganizar a Corea del
Norte y ayudar a terminar el monopolio de conocimiento del régimen. No
es violento y desciframos la mejor forma de hacer películas de
Hollywood, dramas norcoreanos y Wikipedias desconectados, arte
diferente, música hacia Corea del Norte”.
Durante años, los activistas han diseminado radios, al lanzar globos
cerca de la frontera y al circular teléfonos celulares secretos,
memorias USB a través de ladrones para comunicarse con norcoreanos; que
estarían en una gran amenaza si los atrapan. Enfrentan castigos severos,
encarcelamiento e incluso muerte por poseer o ver medios extranjeros.
"La sátira y el pensamiento creativo son peligrosos para las
dictaduras y la capacidad de controlar la sociedad, es perder el control
y tienen mucho miedo de eso”, dijo Gladstein.
El registro de derechos humanos del país está bajo un escrutinio cada
vez mayor mientras la Asamblea General de la ONU pidió que el Consejo
de Seguridad refiera a Corea del Norte a la Corte Criminal Internacional
y sancione a los que en su mayoría son responsables de “crímenes en
contra de la humanidad”.
Silicon Valley se reúne con desertores norcoreanos
En agosto, un grupo de activistas de derechos humanos, programadores,
ingenieros y personas de Silicon Valley se reunieron en SOMA, un
vecindario de San Francisco conocido por su concentración de
emprendimientos y empresas de tecnología.
Los desertores norcoreanos llegaron al evento, llamado Hackea Corea del Norte para compartir sus puntos de vista sobre propagar la información dentro del país.
Los DVD y dramas coreanos le dan a los norcoreanos un vistazo al mundo prohibido y del exterior que nunca conocerían.
“Cuando los norcoreanos describen su momento ‘aja’, cuando se
percatan de que su gobierno les mintió, es porque recibieron información
de una película o de leer un libro o de ver algo; algo que no les
cuadra”, dijo Alex Lloyd, un capitalista de empresa de Silicon Valley,
quien también coorganizó el evento.
Algunas de las ideas del maratón de hackers incluyó
tecnología retro como llevar localizadores de contrabando a Corea del
Norte hasta cosas no tecnológicas, como una honda para lanzar medios en
la frontera. Una se centró en utilizar Raspberry Pi, una popular
microcomputadora que cabe en la palma de la mano.
La idea ganadora del maratón fue un satélite receptor que transmitiría señales desde Corea del Sur. Ese equipo tiene un hacker
de 18 años, llamado Justice Suh, que viajó a Corea del Sur este año
para mostrarle un prototipo a los grupos activistas de Corea del Norte.
Si los receptores son lo suficientemente pequeños, podrían entrar de
contrabando al país para que los norcoreanos reciban información del
exterior, dijo Suh.
El primer maratón de hackers fue una prueba y eventos
futuros enfocados en Corea del Norte probablemente se enfocarán en
resolver ciertas cuestiones técnicas, dijo Lloyd.
“Lo que dura son las relaciones hechas entre la comunidad norcoreana que vive en Corea del Sur y Silicon Valley”, dijo.
Fuente: CNNMéxico
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