El fiscal argentino Alberto Nisman, que denunció a la presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento de Irán en un atentado contra una asociación judía, fue hallado muerto en su vivienda de Buenos Aires, informó este lunes el Ministerio de Seguridad.
El que fuera fiscal de la causa por el atentado con la mutual judía AMIA fue encontrado muerto en el baño de su departamento del barrio de Puerto Madero con un disparo en la cabeza. En el lugar fue encontrada una pistola calibre 22 y un casquillo de bala, según la fiscal Viviana Fein.
La alarma saltó cuando los guardaespaldas de Nisman se percataron de que no había retirado de su puerta el periódico del domingo ni respondía al teléfono y decidieron notificarlo a los familiares.
El cuerpo fue encontrado por su madre, que pudo entrar en la vivienda con ayuda de un cerrajero porque la puerta estaba cerrada con llave por dentro.
Su cuerpo fue descubierto apenas unas horas antes de su comparecencia prevista para este lunes ante el Congreso para detallar la denuncia que alcanza a Fernández y a varios de sus colaboradores.
Los investigadores no encontraron ninguna nota suicida. "No hay testigos, no hay vecinos, no hay ninguna carta. No hubo oportunidad de hablar con vecinos pero en principio tampoco hubo necesidad de hablar con vecinos", dijo la fiscal Viviana Fein.
El atentado contra la AMIA causó 85 muertos y 300 heridos el 18 de julio de 1994, dos años después de que una bomba explotara frente a la embajada de Israel en Buenos Aires y ocasionara 29 víctimas mortales.
La diputada opositora Patricia Bullrich aseguró que el fiscal le había revelado que había sido amenazado y que incluso había transmitido su preocupación a la Fiscalía General para que reforzaran su custodia.
"Un fiscal muerto antes de dar un informe al Congreso en una causa donde hay terrorismo internacional me parece de una enorme gravedad", agregó Bullrich.
Alberto Nisman se había convertido en el centro de atención política en los últimos días tras denunciar a la presidenta y a varios de sus colaboradores, entre ellos el canciller Héctor Timerman, por los delitos de "encubrimiento agravado, incumplimiento de deber de funcionario público y estorbo del acto funcional".
La denuncia, basada en escuchas telefónicas, alcanza también al diputado oficialista Andrés Larroque, los militantes Luis D'Elia y Fernando Esteche, personal de la secretaría de Inteligencia de la Presidencia argentina, el exfiscal federal y exjuez de instrucción Héctor Yrimia y el referente comunitario iraní Jorge Yussuf Khalil.
Nisman contaba con grabaciones de conversaciones telefónicas entre las autoridades iraníes y agentes de inteligencia y mediadores argentinos que, según el fiscal, demostrarían que Argentina suscribió un acuerdo con Irán que implicaría el encubrimiento de los sospechosos del atentado contra la AMIA a cambio de impulsar el comercio bilateral y el intercambio de petróleo por granos en un contexto de crisis energética en el país suramericano.
La investigación y la comunidad judía atribuyen a Irán y a la organización Hezbolá la planificación y ejecución de ambos atentados.
Apoyo oficial a la investigación
El gobierno argentino dijo que ofrecía su respaldo para esclarecer la muerte de Nisman.
"El juez tiene todo el apoyo de parte de las fuerzas de seguridad para garantizar el esclarecimiento de este hecho doloroso", dijo este lunes el jefe de Gabinete del gobierno argentino, Jorge Capitanich, en una breve comparecencia ante la prensa.
"Me duele terriblemente que suceda esto", dijo también el secretario general de la presidencia, Aníbal Fernández, quien pidió que la muerte del fiscal especial de la causa por el atentado contra la AMIA no detenga la investigación.
"Ahora lo importante es que sigan adelante las investigaciones. Hay que analizar lo que hay a la luz de los expedientes", agregó Fernández.
El secretario confirmó que la presidenta "está informada de todo", aunque no dio detalles sobre su reacción.
Fuente: CNNMéxico
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