Las
luces traseras rojas serpenteaban por cientos de metros por una
carretera interestatal en Oakland, California, mientras los
automovilistas estaban atorados por la protesta de los manifestantes que
bloqueaban el tráfico durante un rato.
La protesta denunciaba la presunta brutalidad policial y la justicia
racial desigual en Estados Unidos en el tercer día de marchas, sentadas y
simulación de muerte tras una decisión de un jurado de no acusar a un
policía que causó la muerte del joven negro Eric Garner en Nueva York.
Mucha gente en todo el país ha quedado tan impresionada por la
decisión de no procesar al policía Daniel Pantaleo, quien aplicó una
llave a Garner, pese a un video grabado con un teléfono celular que se
ha vuelto viral y ha causado indignación.
El caso llega tras otro de un policía de Ferguson, Missouri, quien
disparó al adolescente negro Michael Brown, días antes en que un jurado
anunció que no acusaría al oficial involucrado.
Multitudes en Nueva York
En ninguna parte del país se han desbordado las calles con mayor número de personas indignadas como en la ciudad de Nueva York.
Multitudes el viernes parecían ser más pequeñas que las noches
anteriores, mientras la lluvia fría caía en chaquetas y sombreros. Pero
los manifestantes seguían siendo apasionados. Algunos dieron una lista
de demandas a los medios de comunicación en relación con la muerte de
Garner.
Todos los agentes implicados deben ser despedidos, decía la
exigencia, y un fiscal especial debe investigar las denuncias de fuerza
excesiva. La legislatura estatal debe hacer la aplicación de llaves un
delito.
Más temprano, la hija de Eric Garner, Erica, dijo a CNN que quería ver a las personas castigadas por el asesinato de su padre.
"La justicia para mí es básicamente hacer lo que es correcto", dijo.
"Yo no estaría contenta con que (Pantaleo) termine perdiendo su trabajo,
o siendo suspendido, o que me paguen. Yo no quiero eso. Me gustaría que
enfrente un tiempo en la cárcel".
Dijo que cualquier persona que contribuyó a la muerte de su padre debe ir a la cárcel.
Bajo los árboles de Navidad
En la plaza Herald Square, donde comienza una ruta elegante por las
calles y avenidas de Broadway que crea un pintoresco lugar de reunión,
los manifestantes inundaron la tienda insignia de Macy’s, un monumento
histórico nacional.
La gerencia de la tienda les permitió realizar una protesta de die-in,
que es una forma de tirarse al suelo y aparentar estar muerto, ante los
ojos de los compradores y en medio de los adornos de Navidad.
Marcharon hasta unas pocas cuadras a Times Square y bloquearon el
tráfico durante 10 minutos, luego se fueron a la calle 42 cantando: "así
es como se ve la democracia."
Chuck Helms, un hombre blanco de 67 años, que llevaba un sombrero de
su sindicado y una chaqueta del movimiento Occupy Wall Street, llevaba
un cartel colgado de su cuello con la leyenda: "Recordando a mis
hermanos. LAS VIDAS DE LOS NEGROS IMPORTAN".
Tenía fotos de rostros de Eric Garner, Trayvon Martin, Tamir Rice y
Akai Gurley, todos hombres negros cuyas muertes han causado
controversia.
Helms dijo: "es una pena que la gente tenga que morir para que lleguemos a ser visibilizados".
En todo EU
Las protestas se reproducían por todo el mapa de Estados Unidos.
Carteles flotaban sobre las cabezas de la multitud que decían "Las
vidas de los negros importan" en Carolina del Norte, Ohio, California y
Louisiana. Un joven en Washington portaba uno que decía: "Yo podría ser
el próximo".
Los estudiantes se postraron en los pasillos del campus en decenas de metros en la Universidad de Emory en Atlanta el viernes.
Los manifestantes cubrían el pavimento en Washington en la oscuridad, donde se tiraron en die-in durante 4 horas y media que simbolizaban el tiempo que el cuerpo de Michael Brown estuvo en una calle de Ferguson.
"Yo no soy un hombre negro enojado. Soy un hombre negro indignado, herido", dijo uno de los organizadores de protesta.
Cerca de Boston —sitio de una de las mayores manifestaciones de la
noche— varias docenas de personas bloquearon una intersección sobre la
carretera.
Cerca de 1,000 personas marcharon la noche del viernes en la
Universidad de Tufts en Somerville, Massachusetts, a la Plaza de
Harvard, según una estimación de la policía.
En Cleveland, los manifestantes marcharon por la muerte de Tamir
Rice, de 12 años, que según la policía tenía una pistola de juguete y no
obedeció las órdenes de un oficial.
En un lugar histórico de los derechos civiles estadounidenses, en el
Martin Luther King, Jr. Center en Memphis, Tennessee, una docena se tiró
al suelo en un pasillo.
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